martes, 11 de febrero de 2014

¡Gracias con la vista y las manos "levantás" hacia arriba!



A pesar de lo agnóstico que me sigo considerando, llevo todo el día mirando hacia arriba y dando las gracias. Aunque sea por inercia, por costumbre inculcada desde crío.

Gracias porque esté de nuevo en casa.

Gracias por ir devolviéndole de nuevo, poco a poco, la vida.

Gracias por traérnoslo de vuelta. A todos/as. Al mundo.

Gracias porque hoy me haya escrito él directamente un wathsapp, después de semanas recibiendo los de otros. Detallados informes sobre su estado, en un comando de amigos que nos íbamos informando en cadena de la más mínima novedad sobre su evolución.

Gracias porque haya servido de algo su sufrimiento, el de su familia; y el de los ratos diarios que todos los que le queremos hemos dedicado, confiando en el poder de la mente, a mandarle energías positivas.

A pesar de lo nublado del día de hoy, del frío y de las banales preocupaciones con solución a las que he invertido la mayoría de la jornada; luzco esa sonrisilla de tonto porque la vida sigue molando.

Porque la vida sigue...



¡Esta ola wathsappera va por ti, campeón!
¡Con dos cojones!

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