martes, 23 de julio de 2013

Retales de mi Diario de Pensamientos. 22 de Mayo de 2013.


22 de Mayo de 2013.

Anoche estuve viendo "MasterChef" con mi madre. Hacía tiempo que no compartíamos el momento sofá al final del día, bien porque yo me metía en mi cuarto a leer o a ver algo en el ordenador, bien porque ella se acostaba pronto (la sobrehumana vitalidad y energía que derrocha durante el día se humaniza a partir de las 9 de la noche, donde se vislumbran hasta atisbos de mundano cansancio) o yo llegaba más tarde que ella o bien porque no terminamos de encajar nuestros gustos televisivos (en el fondo, sé que si me pusiera al día con la trama de "Gran Reserva", "Águila Roja" o incluso de "Amar en tiempos revueltos" estaría tanto o más enganchado que ella, realmente nuestros gustos no distan tanto).

Antes de que cayera en ese genuino estado de semiinconsciencia en el que entra cuando se sienta en el sillón, encendí la tele yo y puse "El intermedio". La mierda de especie de lumbago este que tengo no se me termina de quitar y por la noche mi marchito cuerpo solo acepta la posición horizontal del sofá.

Antes de que empezara a no contestar a mis comentarios, a no saberse si está con los ojos cerrados o abiertos, aparentemente dormida pero sorprendentemente despierta para decirte que no le cambies de canal que lo estaba viendo (en su quinto sueño, imagino) si se te ocurre coger el mando y amenazar con el amago de zapping. Cuando todavía estaba en reconocible estado de vigilia, en ése momento, ahí, estuvimos viendo "El intermedio".

Polemizaban sobre el vergonzoso derroche que supuso en el 2002 costear la boda de la niña del por entonces bigotudo presidente del Gobierno. Un aberrante presupuesto que encima pagamos en buena parte todos/as los/as españolitos/as. Sin siquiera ser invitados a la dichosa boda, casi que tuvimos que hacerle el regalo de si hubiéramos ido, manda huevos. Si ya digo yo que cada día estoy más hasta los cojones de las bodas ajenas (más porque la propia no llegará y no amortizaré nunca).


Mucho más favorecida la versión click, dónde va a parar...

Y, después, peliagudo tema sobre la actual propuesta de Reforma Educativa, donde la nota de la asignatura de Religión contará como media para la calificación global del alumnado (algo que, si no entendí mal, no pasaba desde los años 70, con razón Aguirre habla en tono despectivo de "los progres", hija mía, es que vosotros sois pelín arcaicos).

El Wyoming, su séquito y su claro posicionamiento ideológico no desaprovecharon la oportunidad para poner a caldo a la Iglesia y a sus élites mandatarias.

Momento tensión latente entre mi madre y yo. Ella viendo y escuchando las blasfemias desde su sillón, y yo desde el mío. Su generación, y la mía reunidas en el mismo salón.

Sin embargo, y en contra de lo previsible, ella tampoco parecía estar del todo de acuerdo con la propuesta de Reforma Educativa (supongo que con unos matices diferentes a los que yo argumentaría, pero bueno, el caso es que la situación se distendió, ella es más modenna de lo que creo y yo menos "liberal" de lo que abandero).

Y luego ya, neutrales y atontados por la hipnosis de todo reality televisivo, pasamos a reirnos de la chuminosa Maribel y de sus ridículos llantos frente al jurado cuando tiene que presentarles su plato terminado, de la sobreactuada prepotencia de Cerezo y de los churros crudos y sangrientos que simulaban el Solomillo Wellington que debían presentar los/as concursantes.


Por cierto, mensaje para los estilistas de Eva González: maricones, a ver si sacáis más provecho de la muchacha con lo guapa que es. Y a ti, Eva, reina mora (como diría mi "difunto", y de verdad que hay más de cariño que de acritud, vivo la fase superación del Duelo, y recuerdo los buenos momentos sobre los de traición y reproche; y es que el joío tenía un fantástico sentido del humor y unas expresiones geniales), no intentes hablar fisno que lo que consigues es emitir un falso deje andaluz en lugar de un bonito y propio acento (presentado la Copla en Canal Sur estás mucho más natural).

Creo que a partir de hoy empezaré a pasar las noches en el salón con mi madre aunque esté viendo en la tele algo que no me guste. No descarto del todo terminar dejando encima de la mesa el libro que esté leyendo (porque además ahora estoy empapándome de cuentos infantiles, que tampoco requieren de mucha concentración)para abducirme por los entresijos de traiciones familiares que es esa especie de Falcon Crest a la española que parece ser el "Gran Reserva" ése.


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